La consultoría técnica está orientada a dibujar al estado actual de las operaciones de nuestros clientes, detectar los puntos de mejora y optimización susceptibles de ser abordados con la digitalización y trazar una hoja de ruta de transformación digital coherente con la situación de fábrica y los estándares de digitalización y automatización marcados por la ISA-95.
La fase de Análisis corresponde al trabajo de campo de la consultoría y se realiza 100% en las instalaciones de cliente.
Durante las diferentes visitas, se realizarán los siguientes trabajos:
- AS-IS: Análisis de la situación de partida.
- Análisis de los planes estratégicos para asegurar el alineamiento de directrices.
- Visita a las instalaciones para conocer los procesos, operaciones y nivel de madurez tecnológico.
- Análisis detallado de los procesos y herramientas.
- Identificación de necesidades y oportunidades de mejora.
Para la realización del análisis será necesario la participación de los interlocutores identificados por parte de cliente y su disponibilidad para proporcionar la documentación requerida, mantener reuniones de captura de información y participar en workshops.
La fase de Definición corresponde al trabajo de oficina técnica, este trabajo es realizado por el equipo de consultores en las instalaciones de Geprom.
Durante esta fase, es posible que se requieran varias reuniones cortas en remoto con el equipo definido hasta ahora para resolver dudas o cerciorar premisas.
Los trabajos realizados son los siguientes:
- Mapa de procesos y puntos de mejora
- Definición del AS-IS
- Mapa tecnológico TO BE
- Relación (dependencia / precedencia) con otros proyectos
- RoadMap – hoja de ruta, proyección coherente en el tiempo para la consecución de las mejoras detectadas.
La fase de Cierre corresponde a la reunión de finalización de la consultoría y se realiza en formato presencial o remoto, en función de los requisitos de cliente.
Los puntos tratados en esta reunión son los siguientes:
- Presentación de los resultados y conclusiones al equipo designado por cliente.
- Entrega de la documentación final.
- Mapa de procesos con oportunidades de mejora (AS IS – TO BE)
- Mapa tecnológico y Road Map
- Definición de los siguientes pasos en caso de que se quiera empezar a avanzar en las diferentes líneas.
Lo primero a realizar es definir el grado de madurez con el que la fábrica cuenta. Es decir, evaluar tanto técnicamente como operativamente, el estado de las máquinas, de los procesos y de la organización y estrategia que sigue la empresa. Así mismo, no solo evaluamos las infraestructuras sino también el uso de ellas y el grado de rendimiento que se está sacando de las tecnologías existentes. De esta manera, somos conocedores de si hay un buen uso de las maquinas o, por el contrario, se puede hacer la producción más eficiente y conseguir mejores resultados.
En colaboración con una empresa de automatización industrial en Barcelona, podemos garantizar una implementación eficaz de las soluciones necesarias para avanzar hacia la Smart Factory
Es en esta misma fase, donde se establece una hoja de ruta. Dicha hoja de ruta es el diseño en forma de conclusión de las acciones concretas y los pasos que se deberán seguir.
Lo que obtenemos, es un análisis exhaustivo donde podemos ver los puntos críticos de los procesos productivos, que pueden llevar a error, a incidencias o simplemente a una producción más lenta de lo que debería. Además de ello, también se analizan los resultados, observando los productos que fallan o se declaran como “malos” para ver que ocasiona los errores. De esta manera, también podremos buscar una solución para reducir el margen de fallo en el producto final.
El siguiente paso, una vez tenemos clara la estrategia, es el despliegue de las soluciones que llevaran la fábrica hacia la Smart Factory. Se irán incorporando nuevas tecnologías innovadoras que servirán como herramientas para facilitar datos valiosos, obtener una visión global y detallada de todo lo que sucede en planta en tiempo real, y facilitar la toma de decisiones por parte de los operarios. Obtendremos no solo una alta trazabilidad de los productos, sino también un análisis constante a tiempo real del estado de nuestras máquinas y de las operaciones en curso. Esto ayudara a optimizar la producción y a hacer más eficientes los procesos productivos.
Sin embargo, la consultoría industrial no termina aquí. Tras este primer despliegue, es clave evaluar los resultados obtenidos y ver que ha funcionado y que se puede seguir mejorando. Así mismo, quizás se encuentran nuevas prioridades o detalles que se deberán tener en cuenta. Es por ello que se definen estos modelos como evolutivos o escalables ya que al igual que tu producción, pueden requerir cambios debido a por ejemplo el crecimiento de tu fabrica, a nuevos intereses en la producción, a la incorporación de nuevos productos, etc.
Finalmente se integran todos los pasos en este. Se analiza que sistema requiere la empresa para poder definir una arquitectura optima y completa de integración como un sistema MES. Esto será la base para la digitalización de los flujos de información y para el análisis avanzado de los datos que se obtienen, para la resolución de problemas en planta.