Reskilling y Upskilling son dos estrategias clave en la capacitación y desarrollo del talento dentro de una organización, especialmente en entornos que enfrentan cambios tecnológicos rápidos o transformaciones digitales. Ambos conceptos se refieren a la necesidad de actualizar las habilidades de los empleados, pero de manera diferente.
Reskilling
El reskilling (o reciclaje profesional) consiste en capacitar a los empleados para que aprendan nuevas habilidades completamente diferentes a las que ya poseen, con el objetivo de que puedan asumir roles o tareas en áreas nuevas o diferentes dentro de la empresa. Se utiliza cuando un puesto de trabajo está en riesgo de desaparecer debido a la automatización o la evolución de los negocios, y se busca reubicar al trabajador en una nueva función dentro de la empresa.
Upskilling
El upskilling (o mejora de habilidades) se refiere a la actualización y mejora de las habilidades actuales de los empleados para que puedan realizar su trabajo de manera más eficiente o asumir nuevas responsabilidades en su puesto actual. A menudo, se aplica cuando las tecnologías o las demandas del puesto evolucionan y requieren que los empleados adquieran conocimientos adicionales o más especializados.
Reducción de la rotación: Evita despidos innecesarios al reubicar empleados en nuevas áreas, aprovechando su conocimiento de la empresa.
Adaptabilidad organizativa: Permite a las empresas adaptarse a cambios rápidos del mercado o tecnología, trasladando talento interno hacia áreas en crecimiento.
Mejora en la empleabilidad: Los empleados adquieren nuevas competencias, mejorando sus oportunidades profesionales.
Upskilling:
Aumento de la productividad: Los empleados con mejores habilidades son más eficientes en sus funciones, lo que incrementa la productividad global de la empresa.
Retención del talento: Los programas de mejora de habilidades son motivadores para los empleados, ya que perciben un mayor compromiso de la empresa con su desarrollo profesional.
Innovación continua: Los trabajadores mejor formados están más capacitados para innovar y adoptar nuevas tecnologías o procesos dentro de sus áreas de trabajo.
Automatización y digitalización: A medida que las empresas introducen nuevas tecnologías, el reskilling permite a los empleados adaptarse a roles tecnológicos emergentes. El upskilling se utiliza para que los empleados actuales aprendan a utilizar nuevas herramientas digitales.
Manufactura avanzada: La llegada de la Industria 4.0 ha incrementado la necesidad tanto de reskilling como de upskilling para manejar nuevas tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial y los sistemas de automatización.
Ciberseguridad: En un entorno de crecientes amenazas cibernéticas, muchas organizaciones están llevando a cabo programas de upskilling para que sus empleados actuales adquieran conocimientos básicos o avanzados en ciberseguridad, protegiendo mejor los activos digitales de la empresa.
Conclusión
Tanto el reskilling como el upskilling son estrategias cruciales para mantener una fuerza laboral adaptable y capacitada en un entorno empresarial en constante evolución. Estas técnicas permiten a las empresas no solo retener el talento, sino también mantener una ventaja competitiva al capacitar a los empleados para enfrentar los desafíos tecnológicos y del mercado.Te puede interesar
