Para moverse de forma autónoma, estos vehículos disponen de un complejo sistema de control y gestión que permite diferenciar dos grandes grupos. Un primer grupo hace referencia a aquellos AGVs los cuales no intervienen en el entorno donde se mueven y solo trabajan de forma automática. Luego existe un segundo grupo que lo conforman aquellos AGVs que cuentan con comunicaciones fluidas con el entorno mediante las cuales gestionan las órdenes y sus propios movimientos a realizar de forma constante. Se comunican con los sistemas de manutención de planta, puertas automáticas, almacenes automáticos, el software de gestión del que disponga la empresa (ERP, SGA, etc.).
La utilización de AGVs en planta, no significa solo una reducción de costes y un aumento de la eficiencia de los procesos, sino que también aporta numerosos beneficios tales como:
- Aumento de la productividad general del proceso.
- Aumento de la seguridad (operario, planta y mercancías).
- Reducción del time to market.
- Incremento de la trazabilidad, ya que todo el proceso está conectado en tiempo real.
- Reducción de errores e incremento de la precisión.