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La eficiencia energética en el entorno industrial

Nueve de cada diez grandes empresas españolas implantan la sostenibilidad de forma estratégica.

Nos encontramos con esta afirmación en el octavo ‘Estudio Multisectorial del estado de la Responsabilidad Corporativa de la Gran Empresa en España’, elaborado por el Club de Excelencia.

¿Por qué es tan importante ahora tener una estrategia sobre eficiencia energética?

Porque tener una estrategia sobre eficiencia energética, garantiza un resultado económico positivo. Desde 2022 nos enfrentamos a una subida de costes energéticos, gran parte de los costes de una empresa, son costes energéticos. Según un informe de KPMG, en empresas industriales pueden llegar a representar entre el 60 y el 70 % de los costes totales. 

El objetivo principal de un plan estratégico sobre eficiencia energética es: producir lo mismo con menos energía, reduciendo el impacto medioambiental lo máximo y al menor coste.  

Pero la preocupación por mejorar la eficiencia energética de una empresa no es solo una cuestión de ahorro económico, sino que también viene impuesto por las legislaciones nacionales y comunitarias. 

Con el objetivo de la UE de avanzar hacia una economía climáticamente neutra en 2050, que implica la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a niveles que puedan ser absorbidos o compensados por sumideros de carbono, como bosques o tecnologías de captura de carbono. Este objetivo es crucial para abordar el cambio climático y limitar sus impactos adversos. 

En España, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) define los objetivos y medidas para la transición hacia un modelo energético más sostenible y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, algunos objetivos:  

  • Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20% para 2030 con respecto a los niveles de 1990. 
  • El 42% del consumo final de energía provenga de fuentes renovables en 2030. 
  • Reducir la intensidad energética y fomentar la rehabilitación de edificios para hacerlos más eficientes. 
  • Electrificación de varios sectores, especialmente en el transporte y la calefacción, con el objetivo de reducir la dependencia de los combustibles fósiles. 
  • Promover la movilidad sostenible, incluyendo la expansión de la infraestructura de carga para vehículos eléctricos y la incorporación de fuentes renovables en el transporte. 
  • Fomentar la investigación y desarrollo de tecnologías limpias y sostenibles para alcanzar los objetivos propuestos. 

En un entorno industrial ¿qué es la eficiencia energética?

La eficiencia energética es el conjunto de acciones que permiten mejorar la relación entre la cantidad de energía consumida y los productos y servicios que se obtienen a partir de su uso. 

Dentro de este concepto encontramos diversas medidas de ahorro potenciales como:  

  • La iluminación de bajo consumo 
  • Placas fotovoltaicas 
  • Sistemas de climatización eficientes 
  • Mejoras en los aislamientos y cierres  

Todas ellas aportan reducciones significativas del coste energético y mejoran el grado de sostenibilidad de cualquier edificio.  

Si ponemos el foco en la actividad industrial, requerimos de identificar los principales elementos de consumo de las fábricas (sistemas de frío, bombas y motores, líneas de manutención, maquinaria, robots…).  

Históricamente el personal de mantenimiento se encargaba de apuntar manualmente los valores de los distintos contadores de la fábrica para volcarlos en un Excel y mantener un registro. Pero para monitorizar el gasto energético de manera precisa se necesitan de equipos de medición dedicados que faciliten los datos de manera digital. 

EFICIENCIA ENERGETICA

¿Cómo monitorizamos la eficiencia energética?

Llegados a este punto debemos combinar la medición con un software de monitorización y gestión energética. Estos softwares se caracterizan porque: 

  • Se integran con equipos de medición 
  • Recogen los datos en tiempo real 
  • Almacenan los históricos 
  • Permiten exportar los datos de la monitorización en varios formatos o crear informes personalizados. 

Pero monitorizar NO equivale a gestión ni a ahorro. 

1.- En un primer paso, la monitorización nos sirve para detectar potenciales ahorros y puntos problemáticos en el consumo. Nos permite construir un modelo de consumo teórico que muestra cómo se distribuye el gasto energético de la fábrica.

2.- Sobre esa base, como siguiente paso, es el momento de analizar del comportamiento de la instalación en tiempo real. La monitorización en este punto sirve para comprobar desviaciones y descubrir por qué ocurren. Mediante la conectividad con otros sistemas, podemos relacionarlo con: 

    • El turno de trabajo 
    • La orden de fabricación en curso 
    • El porcentaje OEE  
    • El calendario de mantenimiento  
    • etc.

Toda esta información debe servir para proponer medidas y ajustes en el consumo que deriven en la optimización de los recursos energéticos. 

3.- Por último, en el control, la monitorización sirve para ver rápidamente si las medidas aplicadas sirven para ahorrar energía. Por ejemplo, si se aplican automatismos de control en clima, luces… para comprobar que éstos funcionan. 

Gracias al análisis de estos datos se optimiza la comprensión de la información a través de informes de KPIs energéticos que sirven para tomar decisiones de forma mucho más precisa y ágil.   

Los sistemas de monitorización para la gestión energética ayudan a detectar de forma más acertada cualquier desviación o problema que se pueda dar en los procesos de fabricación. El análisis de esta información sirve para diagnosticar problemas rápidamente gracias a la visibilidad en tiempo real de dónde y nos permite medir la eficacia de las políticas de ahorro energética. 

Un ejemplo sería poder secuenciar las ordenes de producción en función del consumo según tipología de producto con el propósito de reducir la cantidad de energía utilizada. 

La eficiencia energética jugará un rol cada vez más relevante en la transformación del sector industrial en uno más sostenible. 

Desde el Gobierno se sigue apoyando a las energías renovables y la eficiencia energética a través de ayudas a la creación de comunidades energéticas y el autoconsumo, medidas de sostenibilidad en la industria y el turismo, y aprobando normativas como la de los Certificados de Ahorro Energético, que impulsará la inversión en tecnología de eficiencia energética y reforzará el volumen de ahorros exigidos por la directiva de eficiencia energética. 

También desde las administraciones hay muchos esfuerzos puestos en la digitalización de las empresas. Claramente, las nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial, Machine Learning, Big Data, etcétera, son herramientas clave en el futuro de la eficiencia energética. 

¿Quieres que te ayudemos a implementar una estrategia de eficiencia energética?

    Autor del artículo: La eficiencia energética en el entorno industrial